Contra la muerte

He descubierto -en los caminos de la lectura digital- un poeta chileno deslumbrante. Si, des-lum-bran-te. No exagero. No podría exagerar. En esa tierra de poetas no es raro que eso ocurra. Digo que he descubierto y que en cada lectura de sus poemas descubro a un poeta deslumbrante. Pero no, no se confundan, no se apresuren, no es ni Pablo Neruda, ni Vicente Huidobro, ni Gabriela Mistral... Se llama Gonzalo Rojas. Transcribo de puro placer, de puro epicúreo no más, el poema que da título a su segundo poemario: Contra la muerte; publicado por la Editorial Universitaria de Chile en el año 1964.

* * *

Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír
a diestra y a siniestra con tal de prosperar en mi negocio.

No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad
en mitad de la calle y hacia todos los vientos:
la verdad de estar vivo, únicamente vivo,
con los pies en la tierra y el esqueleto libre en este mundo.

¿Qué sacamos con eso de saltar hasta el sol con nuestras máquinas
a la velocidad del pensamiento, demonios: qué sacamos
con volar más allá del infinito
si seguimos muriendo sin esperanza alguna de vivir
fuera del tiempo oscuro?

Dios no me sirve. Nadie me sirve para nada.
Pero respiro, y como, y hasta duermo
pensando que me faltan unos diez o veinte años para irme
de bruces, como todos, a dormir en dos metros de cemento allá abajo.

No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser,
pero no puedo ver cajones y cajones
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver
todavía caliente la sangre en los cajones.

Toco esta rosa, beso sus pétalos, adoro
la vida, no me canso de amar a las mujeres: me alimento
de abrir el mundo en ellas. Pero todo es inútil,
porque yo mismo soy una cabeza inútil
lista para cortar, por no entender qué es eso
de esperar otro mundo de este mundo.

Me hablan del Dios o me hablan de la Historia. Me río
de ir a buscar tan lejos la explicación del hambre
que me devora, el hambre de vivir como el sol
en la gracia del aire, eternamente.

En Contra la muerte, 1964.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

En esta tierra de poetas...quisiera hacer un aporte del poema que mas me gusta de Nicanor Parra..

EL HOMBRE IMAGINARIO


El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario.

Anónimo dijo...

Otro gran poeta poco conocido...es Pablo de Rocka....
lo conoci cuando...antes del transantiago habian unas micros amarillas y ante de ellas otras micros de las cuales habia una linea de recorridos llamada Pablo de Rocka y en sus ventanas habian fragmentos de este poeta.
lo que me atrajo de él...aparte del rebuscado vocabulario...bueno para mi es rebuscado, son los temas que trata...las mujeres...Dios..cosas oscuras etc.
aqui uno de ellos...

LA IDOLATRADA

Montaña de versos, brazada de sueños
ardiendo,

sobre mi sexo;
llaga de sol, llaga de miel, llaga de luz encima de las frutas clásicas,
incendio,
leña de pena...

Como camino polvoroso
de canciones,
como recuerdo polvoroso,
así
tu amor
embellece y alegra entristeciendo.

Viejo y negro pueblo de tórtolas crepusculares;
casa de los naranjos melancólicos
y las tejas lluviosas;
casona de herrumbre con gatos oblicuos y tristes;
con limoneros, solteronas y días domingos,
con villorrios y viajeros, con postinos de cansancio, con carretas de tonadas
en las vitrinas anacrónicas;
país de las provincias y los pianos ruinosos
bajo el poniente irremediable,
país de los sepulcros, los borrachos y las rutas de otoño,
yo.
y tú,
tú, pequeña, curiosa, morena, asomada en las ventanas...

Quiero la vida porque tú eres vida,
quiero la sombra porque tú eres sombra, mujer,
quiero la tierra porque tú eres tierra;
y tus besos como higos
como agua de fuentes rurales.
como uvas
llenas de mar, cantando desde las viñas cósmicas;
acepto la materia y la tristeza
porque tu carne es triste,
porque tu alma es triste
como la higuera de las parábolas.

Abierta
frente al universo
abierta,
eres cual una herida de la Tierra.
poblada de voces mundiales,
madura de goces fragantes...
¡palabras del siglo, muñeca con ojazos negros!...
panorama del hombre y del tiempo
cruzando mis huesos!...

Aventurero con espanto,
columpio mi gesto pirata,
como un fruto enorme y podrido,
entre la nada y la nada;
encima tú, como un beso en un mundo,
encima tú, temblando,
encima tú, como un canto en un muerto,
encima tú, como un nido en un árbol
estupendo,
paloma de las lindes últimas.

Eres clara como la muerte,
eres buena como la muerte
y profunda como la muerte;
dulce y triste como sol de invierno;
llena de nidos y frutos,
como un bosque inmenso o una humilde casa de campo:
arada por la maternidad,
los hijos te engrandecen como a la tierra el surco,
mujer, la idolatrada.
mujer, la idolatrada.

Hermana de la luna,
la pena,
la lluvia
y el destino de las cosas,
determinas el límite
de l0 absoluto y l0 infinito
con la rayita azul de tu existencia.

Embajadora de las golondrinas,
mujer, la idolatrada;
se enorgullece "Dios" de haberte hecho
y haberte mirado en los tiempos, haberte mirado en los mundos, haberte
mirado en los sueños
frente a la creación, adolorida;
bendita y amada
por
los siglos
de
los siglos...
¡coronada de pueblos y de niños!...

"Claridad" 1925

Flavio Hernán Teruel dijo...

Anónimo, quien sea quien eres, adivino que al menos eres chileno, además supongo que te llamas Andrés, lo supongo por suponerlo... Gracias por tus aportes. A don Nicanor lo conocía. Hermoso su poema imaginario... Celebro que, quien sea quien eres, me hayas acercado a la poesía de De Pablo de Rocka. Buesqué algo de información en Wikipedia y en el excente sitio que tienen/tenemos: memoriachilena.cl. Leeré algo más de él cuando termine "La miseria del hombre" de Gonzalo Rojas. En este enlace: http://www.memoriachilena.cl/mchilena01/temas/documento_detalle.asp?id=MC0010439
está su libro: "Mis grandes poemas : antología".
Saludos, a quien quiera que seas...
Flavio

Anónimo dijo...

como que no cachay...que Andres.....
quien es el mayor traficante de pisco en mendoza???
y quien es el chileno que quiere mantener la ortodoxia en la Iglesia jajajajaajaj

Flavio Hernán Teruel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Flavio Hernán Teruel dijo...

A ver si el mayor traficante de pisco en Mendoza, me acerca un poquito no más, en su próximo viaje de contrabando...
Saludos